jueves, 22 de marzo de 2012

SIEMPRE TENGO PRESENTE AL SEÑOR

 
Dios les continúe bendiciendo, amado Remanente. Este es su hermano y amigo Jhoel Amir. Es un gozo poderles compartir La Palabra de Dios, en esta semana.

Salmo 16:8 Siempre tengo presente al Señor; con Él a mi derecha, nada me hará caer.

Al aceptar a Cristo, como Señor y Salvador personal, Dios no regala el precioso regalo de Su Presencia.

Al pensar en este regalo, recuerdo a mi sobrino: él muchas veces me pide que le regale cosas, pero recuerdo cierta ocasión, cuando le obsequié un auto Hot Wheels. Estuvo feliz y lo disfruto por varios días. A pesar de tener otros autos, este era especial…era su preferido. Hasta que un día lo perdió.

En ocasiones, no te has sentido, cómo que has perdido la Presencia del Señor?
La Presencia del Señor, debe convertirse en un anhelo ferviente. Debemos procurar y apreciar más que cualquier otra cosa la comunión íntima con Dios. Y es que Su Presencia provee bendiciones para tu vida. Durante algunas semanas, veremos, sólo algunas de ellas. Hoy, veamos la más evidente, la que se encuentra el versículo 8 del salmo 16.


1. PROTECCIÓN: La versión Reina Valera dice, en el  Salmo 16:8  “(…) no seré conmovido.”

Y es que a tu vida, vendrán situaciones que querrán moverte y hacerte caer.  Y de repente tu dices, pero si todo iba bien, qué paso? Pero no importa lo que quiera venir a sacudirte, no caerás. La Presencia del Señor viene a tu vida, para brindarte protección.

POR CUÁNTO ÉL ESTÁ CONTIGO, NO CAERÁS!
EL QUE SE METE CONTIGO, SE METE CON DIOS!


EL QUE SE METE CONTIGO SE METE CON EL REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES!

Aleluya!

REMANENTE:
Procura, aprecia y llénate de la Presencia del Señor y recibirás Protección!
 
Por Jhoel Amir

Lamentos, lamentos



 Si durante algún tiempo te has sumergido en lamentos porque las situaciones en tu vida son tan difíciles que no logras ver mas allá de ellas,  entonces quiero regalarte esta cita en esta preciosa noche.


Isaías 61:3
 A todos los que se lamentan en Israel les dará una corona de belleza en lugar de cenizas, una gozosa bendición en lugar de luto, una festiva alabanza en lugar de desesperación. Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el SEÑOR ha plantado para su propia gloria.


Remanente todos tenemos momentos difíciles en los que nos lamentamos y de una forma u otra perdemos la esperanza porque nos somos infalibles. Esos momentos de debilidad no indican que no ames a Dios, sino que te encuentras en procesos más elaborados por el Señor para llevarte a un crecimiento mayor y madurez.

Cuando esos momentos toquen a la puerta de tu corazón e inunden tus pensamientos, recuerda Isaías 61:3 y en especial la última parte de la cita:
"Ellos, en su justicia, serán como grandes robles que el SEÑOR ha plantado para su propia gloria."

No te quedarás en donde estás, tu amor por el Señor, a pesar de tus emociones te sostendrá en fidelidad y al final Dios hará para la gloria de su propio nombre!

El Señor te ama y yo también

Por Yordanka Arrocha