Fe Contagiosa

Un famoso dicho expresa lo siguiente: "Dime con quién andas y te diré quién eres". Yo encuentro mucha verdad en este dicho tan popular. Si te mezclas con sabios y tienes un corazón enseñable terminarás siendo sabio, si caminas rodeado de gente que ama a Dios serás contagiado y con mucha seguridad terminarás actuando como ellos. Podríamos decir entonces que las buenas prácticas pueden ser contagiosas y que lo malo no es lo único que se pega.


Encuentro un factor en común en la vida de Timoteo, su madre y su abuela. Ellos poseían fe, una  no fingida. Pablo lo exprese de la siguiente forma en 2 de Timoteo 1:5

"Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también"


 Timoteo había sido contagiado de fe, crecer entre estas mujeres de Dios, produjo en él una fe pura y verdadera, fe que siguió siendo estimulada por el Apóstol Pablo a lo largo de la trayectoria ministerial de Timoteo.


 Necesitamos rodearnos de personas que estén llenas de fe, gente convencida de su salvación, que se sientan seguros de que Dios les ama, que caminen con fe a pesar de las circunstancias,  seres humanos comunes y corrientes con errores, pero seguros de ver el propósito de Dios cumpliéndose en sus vidas todos los días. Pégate de ellos y contágiate de su fe.


Algunas formas muy efectivas para contagiarse de fe y transmitirla a otros:
1. Lee las escrituras y cree en todo lo que dice. Aprópiate de las promesas de Dios para ti. Recuerda que "LA FE ES POR EL OÍR, Y EL IR, POR LA PALABRA DE DIOS" Rom.10, 17


2.  Identifica gente de fe y pégate a ellos. No malgastes tu tiempo escuchando a personas sin rumbo ni propósito.


3. Contagia a otros con tu fe. No te quedes con lo que has recibido. Habla de lo que Dios ha hecho en ti.


Tu caminar en fe hace la diferencia, recuerda que la palabra de Dios dice "Pero sin fe es imposible agradar a Dios..." Hebreos 11:6. Estás listo para contagiar al mundo con tu fe?


Dios te bendiga Remanente. El Señor te ama y yo también.

Yordanka Arrocha